El Pilar

EL SEPULCRO VACÍO

P. Pablo Sánchez, osa

Era un sepulcro de piedra. Duro. Frío. Vacío.
Escavado en roca. Solitario. Apartado.
Con una gran roca cerrando la puerta.
“Para que no lo roben o no escape”. ¡Qué ironía!
En él enterraron a Jesús. Sin tiempo para más.
“Había pasado la vida haciendo el bien y
Curando a los hombres de sus enfermedades y dolencias”.
“Había devuelto vida, luz, esperanza, alegría, paz”. Y
Le pagamos con la muerte. Y la sepultura. ¡Que no escape!
Pero, ¿puede la Vida quedar enterrada y sepultada?
¿Puede la Vida quedar atrapada y encerrada por una roca?
No. No. Y mil veces No.
La muerte No tiene la última palabra.
La palabra definitiva es la Vida.
La Vida que surge victoriosa del sepulcro y de la tumba.
La Vida que triunfa sobre el mal y la muerte.
La Vida que se yergue por encima de toda esclavitud.
El primer día de la semana
Se encuentra la roca removida, sudarios y mortaja dentro.
Pero … “ni rastro del muerto”.
¿Qué has visto de mañana María?
A mi Señor resucitado.
No. No busquen entre los muertos al que está vivo.
Sí. Jesús, el muerto, HA RESUCITADO.
El sepulcro está vacío. ¡VIVE!
¡ALELUYA!

El ayuno

«Ayuna de... llénate...»

¿Soy libre de verdad?

Marcela Vogler

Cuando Dios nos deja hacer el bien a los demás, y comenzamos a poner en práctica ese don, corremos el riesgo de apegarnos demasiado a nuestra obra. Por ejemplo, tenemos un apostolado, una asociación, un centro, una obra de caridad o de otra índole, que está realmente inspirada por Dios. Pero, he aquí que descubrimos que un don similar le ha sido dado a otra persona y que, ella también, está haciendo mucho bien. E incluso nos damos cuenta de que esa persona hace un trabajo mejor que el nuestro; entonces empezamos a sentirnos molestos. Nos dejamos invadir por un sentimiento de envidia, que nos atormenta y que acaba por transformarse en una verdadera enfermedad. En lugar de alegrarnos por el bien que se está haciendo, estamos tristes y frustrados, porque ese bien no proviene de nosotros. Y tomamos la cosa a mal, llegando a ver al otro como una amenaza para nosotros, al punto de querer incluso destruir su obra. Empezamos a hablar mal de él, a hacer comentarios negativos sobre su apostolado, como queriendo poner en claro que somos nosotros La persona que hace el bien. Esto puede hacernos perder la paz, hasta al punto de no poder seguir haciendo el bien que nos toca hacer.
Así es como después de haber invertido toda nuestra buena voluntad, y de haber hecho una obra excelente, llegamos a menoscabar la obra de Dios.
¿Cómo evitar esto? Buscando solamente a Dios y a su gloria en todo lo que hacemos, sin mezclar nuestros propios intereses, desapegándonos de nuestras acciones y de los frutos que producen, porque no nos pertenecen. Para no estropear una buena obra, examinemos nuestros corazones y verifiquemos si somos libres de verdad, si estamos dispuestos a dejar que Dios tome posesión de nuestras actividades en cualquier momento, si esa es su santa voluntad.

(Fragmento extraído del libro “El niño escondido”, de Medjugorje)
Marcela Vogler

¿Quién es el Espíritu Santo?

grupo de Confirmación

El Espíritu Santo junto con el Padre y el Hijo forman la trinidad. Por ser Espíritu sólo podemos reconocerlo por sus obras:
• El está presente en toda la historia de salvación, desde la creación del mundo. Se manifiesta a los hombres a través de símbolos o imágenes y los lleva a vivir en alianza de amor con Dios, los atrae a la salvación, los prepara para recibir a Jesús.
• En el A.T., Dios fue eligiendo personas a quienes le revelaba su misión: Abraham, Moisés, Los Jueces, El Rey David, y de modo especial se hace presente en los Profetas por medio de los cuales habla a los hombres.
• En la plenitud de los tiempos, N.T., prepara con su gracia a María, dándole una nueva identidad y misión: ser la madre del Hijo De Dios. Ella colabora de forma única en la obra salvadora de Jesús.
• En la vida de Cristo, que es el ungido del Padre, se manifiesta plenamente el Espíritu Santo, y por medio de su muerte y resurrección Dios derrama la plenitud del Espíritu en los Apóstoles y en la Iglesia.
• Nos habla de él, como una persona igual al Padre y al Hijo, y se refiere dándole diferentes títulos: JUAN 14 , 15-18
Si ustedes me aman cumplirán mis mandamientos y yo rogaré al Padre y el les dará otro Paráclito………….el Espíritu de la verdad ……………..No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes.
• Cristo insistentemente anuncia la venida del Espíritu Santo que nos ayudará a vivir como el vivió. Cuando se despide de sus discípulos, los ve tristes, miedosos, pero les promete que el Espíritu, defensor, estará siempre con ellos.
• Y está hoy con nosotros en nuestros corazones y en la vida de la Iglesia a la que anima y santifica:
1. En las Sagradas Escrituras que ha inspirado
2. En lo que enseña la Iglesia: Magisterio
3. En la Liturgia de los Sacramentos, por medio de palabras y signos nos une a Cristo.
4. En la Oración
5. En los carismas y ministerios para edificar la Iglesia.
6. En los dones que nos regala para santificarnos y poder cumplir nuestra vocación.
7. En la vida Apostólica y Misionera.
• Y en nuestra comunidad de Pilar se manifiesta el Espíritu Santo, dándonos ánimo, fortaleza en los momentos de dificultad. Perseverancia a los chicos y catequistas para asistir a los encuentros, discernimiento para descubrirlo en los hechos de nuestra vida diaria y alegría en el compromiso con nuestro prójimo.
Romanos 5, 5: y la esperanza no quedará defraudada porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. Gálatas 5, 16: yo los exhorto a que se dejen conducir por el Espíritu de Dios.

Grupo confirmación 2011

Primer Congreso de Doctrina social de la Iglesia

en Rosario

Por primera vez se llevó a cabo en el país, en la ciudad de Rosario, un Congreso Nacional de Doctrina Social de la Iglesia, con una asistencia de más de 1.500 personas. El lema fue: “Unidos para promover el desarrollo integral y corregir la pobreza”.
Se trabajó simultáneamente en 20 mesas temáticas.
En reunión del grupo Área Adultos de A.C.A, de nuestra Parroquia del Pilar se consideraron diversos aspectos de este importante Congreso, cuya síntesis se pone en conocimiento de la Comunidad.
Entre los conferencistas y expositores, resaltamos a monseñor Meter Turkson, cardenal africano del Consejo Pontificio “Justicia y Paz”. “Hoy, nuevas pobrezas aparecen en grupos no carentes de recursos económicos, como son: la desesperación del sinsentido de la vida, la insidia de la droga, el abandono de las personas de edad avanzada, el desamparo de los niños, la discriminación social,...”
Monseñor Jorge Casaretto, obispo de San Isidro y Presidente de la Conferencia Episcopal de Pastoral Social afirma: “Priorizar el diálogo para conseguir acuerdos básicos para políticas de estado perdurables ...”
Monseñor Adriano Bernardi, nuncio Apostólico, nos dice” “Reconocer el papel de los laicos para impregnar la mundo de las enseñanzas de Cristo...”
Nuestro obispo, monseñor José Luis Mollaghan afirma” “La verdadera solidaridad está en que todos se sientan responsables de todos...”
El Rector de la U.C.A., Víctor Manuel Fernández, afirmaba: “Cada época se presenta con dificultades diferentes, vivir un compromiso valiente y gozoso...”
Finalmente, monseñor Jorge Bergoglio, cardenal Primado de Argentina, en la misa de despedida del Congreso nos proponía: “La proximidad es el ámbito necesario para que la anunciación de la Palabra tenga una respuesta de justicia y amor...”
Asimismo, cabe destacar el encuentro de jóvenes durante el Congreso y que oportunamente daremos cuenta.
Para más información, consultar: www.argentinadsi.org

Carlos Sacchetto (A.C.A.)

Tiempo de adviento

Grupo de Litúrgia

Caminando por las calles del centro de nuestra ciudad, me llamó la atención, que el color de la NAVIDAD, ya se encontraba presente en la totalidad de las vidrieras de los negocios, ya que los comerciantes con muy buen tino necesitan prepararse para vender sus productos en esta época de inestabilidad que estamos atravesando.
Me puse a pensar… …si yo, me estaba preparando para vivir la NAVIDAD?!
Y les traslado la pregunta ...-
Creo que este es el momento….en este tiempo al que se le da el nombre de Adviento, a estas cuatro semanas que preceden a la Navidad, es la oportunidad para prepararnos mas profundamente, en el arrepentimiento y la esperanza, para la llegada del Señor; tiempo de estar atentos, en vigilia, despiertos, donde la luz es todo un símbolo.

El tiempo de Adviento es un período privilegiado para todos nosotros, cristianos, ya que nos invita a recordar el pasado-celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén-nos impulsa a vivir el presente – vivir en nuestra vida diaria la presencia de Jesucristo - y a preparar el futuro –creemos en EL, esperamos su venida y la vida eterna-.
Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios, con nuestros hermanos, con nosotros mismos, y así seguir en este camino de conversión hasta el ultimo día de nuestra vida.-

Vamos a recordar a varios personajes muy significativos: Isaías, el profeta. Todo su mensaje se funda en el Mesías como figura principal de la salvación—Juan Bautista: aquél que prepara al pueblo a encontrarse con el Mesías que viene. El llama a preparar los caminos.-- Maria: la Madre del Señor quien lo esperó y llevó en su seno con gran entrega y amor.

Todos nosotros, gente común, tenemos la misión de anunciar la Buena Noticia al mundo….en el convivir diario, a todas esas personas que aún no lo conocen y tienen necesidad de Él. Y para eso, no se necesita ser especial, ni tener grandes-conocimientos; los elegidos somos todos, solo necesitamos conocer a Jesús y, sobre todo, amarlo......para así llevar adelante la misión de "transmitir la Palabra", de anunciar el Evangelio, y ser testigos con nuestra vida del “modo de vida de Jesús”.-

De esta forma cuando llegue el 25 de diciembre, viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.

Alicia Pasini

ELOGIO DE LA RESPONSABILIDAD.

Grupo de Matrimonios

Se presentó en Rosario el pensador Sergio Sinay para brindar una propuesta de reflexión a la que llamó “Elogio de la responsabilidad”.
La misma trató sobre sacar a la responsabilidad de ese lugar en que ha quedado postergada, donde se la menciona muchas veces como un sinónimo de deber, de obligación, de carga. Como si fuera una mochila que llevamos sobre nuestras espaldas y que pesa tanto, que lo único que hacemos es penar con ella, tratando de sacárnosla de encima.

De la comunidad parroquial asistimos dos personas que, con gran interés, escuchamos al especialista en vínculos humanos plantear el tema de nuestras acciones, decisiones y también omisiones, desde las palabras y silencios, como tienen sus efectos en nuestra vida y por ende en toda la sociedad.
Para ello recurrió al ejemplo de una piedra que al caer sobre un lago quieto genera ondas concéntricas que van en aumento. Al caer varias, por ejemplo en una granizada, cada una de las piedras produce sus propios círculos que se van a tocar e interferir unos con otros. Así cada una de nuestras acciones afecta a una superficie como la de éste lago, que es la superficie de la comunidad a la que pertenecemos, de los vínculos de los que estamos tejidos. Si una sola piedra es un individuo actuando, ese granizo es una comunidad en acción, un grupo humano, un conjunto de vínculos.

Todas nuestras acciones tienen consecuencias, algunas de esas consecuencias las sabemos y otras no. Algunas son deseadas por nosotros y otras no. De algunas somos conscientes y de otras no lo somos. Pero no hay acción humana sin consecuencia.
La responsabilidad es nuestra capacidad de responder por la consecuencia de nuestros actos.
La responsabilidad nos hace conscientes de ellos y nos permite crear una vida responsable, trascendente y con sentido.

Por lo tanto nuestra respuesta (palabra que da origen al término responsabilidad), es una respuesta que damos al otro, al semejante, al prójimo. A alguien diferente a nosotros, puesto que no hay dos seres humanos iguales, somos inéditos, únicos.
Y construir vínculos en los seres humanos es, sobre todo, integrar diversidades.
Por eso todos los vínculos humanos se hacen trascendentes cuando podemos ir más allá de nosotros mismos, reconocer al otro, explorar las diferencias que tenemos con él y ver que podemos hacer con esas diferencias, mientras trabajamos nuestros vínculos.

Trascender es ir más allá de uno mismo.
El punto final de la trascendencia está en una forma de encuentro con el otro.
Cuando descubrimos la existencia del otro es cuando podemos empezar a hablar de valores.
Y a partir de la responsabilidad como un valor, se pueden recuperar y vivir los valores que únicamente dispone el ser humano.

La responsabilidad es en definitiva una cuestión de actitud, una manera de estar en el mundo y de vivir la vida. El responsable mejora el mundo con su actitud.
A partir de este planteo, trató sobre vínculos fundacionales como la pareja, y de valores como la libertad.
Desde diversos ángulos y con un lenguaje lúcido y vigoroso, propuso una urgente recuperación de la responsabilidad e impulsó a ejercitarla en nuestra vida.

Carlos Stefano

2010: no sólo doscientos años...

Christian VIÑA

Doscientos años no son todo en ti, Argentina.
Hundes raíces en lo hondo de la historia.
Naciste con la Iglesia que te anima;
Del Señor del tiempo sos señora.

Doscientos años no son todo en ti, Argentina.
Pues creciste con la Fe que trajo España
Y forjaste la raza cristalina,
De cultura evangélica y de hazaña.

Doscientos años no son todo en ti, Argentina.
Pues naciste mucho antes que un gobierno.
Te graduaste, soberana y mujer fina
Aferrada al regalo del Eterno.

Doscientos años no son todo en ti, Argentina.
Pues aun antes de Mayo bien mostrabas
Educación, comercio y disciplina
Que franceses e ingleses codiciaban.

Doscientos años no son todo en ti, Argentina.
Pues al inglés venciste, cara a cara.
Con Liniers y criollas sementinas
Exhibiste los alcances de tu vara.

Doscientos años no son todo en ti, Argentina.
Pues rugiste nuevamente en Obligado.
Vomitaste las alianzas viperinas
Que querían a tu espíritu postrado.

Doscientos años no son todo en ti, Argentina.
Pues te alzaste contra amos y corsarios.
Batallaste, con honor; riqueza andina
De la espada, de la ciencia y del Rosario.

Doscientos años no son todo en ti, Argentina
El combate nos reclama raudamente
Otros siglos esperan en Malvinas.
Allá vamos; a tomar de nuevo el frente.

Doscientos años no son todo en ti, Argentina.
Aunque quieran mostrarte sin pasado.
Sos el fuego que derrite la dañina
Intención de vernos como esclavos.

Doscientos años no son todo en ti, Argentina.
Y por eso, te ruego, que te alces.
Del calvario nace vida, oh heroína.
Perdona las miserias; es tiempo de las paces.

Parroquia Ntra. Sra. del Pilar | C/ Colón 1839 | S2000FKC-Rosario | Santa Fe | Argentina |