EL Reino de Dios está dentro de vosotros. El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará (Lc 17, 21b. 33). Estas palabras del Evangelio del Señor nos introducen en la celebración de la fiesta de san Nicolás de Tolentino, que nació en Italia a mediados del siglo XIII y profesó muy joven en la Orden Agustiniana. La mitad de su vida transcurrió en Tolentino, donde murió el 10 de septiembre de 1305. Destacan en su biografía la sencillez, una ardiente caridad en favor de los necesitados, su espíritu de oración y penitencia, así como su devoción a las almas del purgatorio. Fue canonizado por el Papa Eugenio IV el 5 de junio del año 1446. San Nicolás nos enseña a estar en todo momento disponibles para ayudar a nuestros hermanos los hombres, cumpliendo las palabras de Cristo: “Amaos unos a otros como yo os he amado”.

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