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NOVENA SAN AGUSTIN | Octavo Día: San JERÓNIMO, con quién dialogaba mucho en la diferencia.

Entre San Agustín y San Jerónimo hubo muchos intercambios de cartas, en donde exponían sus ideas, sus opiniones y sus posiciones. La correspondencia entre ambos no siempre fue amigable ya que podían expresar libremente sus diferencias; sin embargo, en la diferencia, había una valoración del uno por el otro. Entre Agustín y Jerónimo hubo mucho diálogo. ¿Qué es dialogar? Dialogar implica los siguientes verbos: encontrarse, acercarse, expresar, escuchar, reconocerse, diferenciarse y comprender. En pocas palabras, para poder dialogar necesitamos reconocer al otro el derecho de ser él mismo y de ser diferente. San Agustín y San Jerónimo, que muy a pesar de sus diferencias de pensamientos, opiniones y posiciones, vieron la necesidad de abrirse al diálogo para llegar a un punto común. Quizás muchas veces no coincidían, pero el respeto por el otro era un valor primordial. Su diálogo creaba un diálogo de encuentro que beneficiaría a lo largo de los siglos a la reflexión de la Iglesia. El diálogo se realiza en la apertura hacia los demás. Agustín decía: “…un verdadero espíritu de diálogo se alimenta la capacidad de comprender el sentido de lo que el otro dice y hace, aunque uno no pueda asumirlo como una convicción propia. Así se vuelve posible ser sinceros, no disimular lo que creemos, sin dejar de conversar, de buscar puntos de contacto, y sobre todo de trabajar y luchar juntos”. Señor, te pedimos, por la intercesión de San Jerónimo y San Agustín, el don del diálogo, don de la tolerancia y el don de reconocernos como hermanos a pesar de nuestras diferencias. conocidos difuntos.