El culto a María con el título de Madre del Buen Consejo, difundido por el mundo entero, tiene su origen en Genazzano, villa cercana a Roma. Allí tiene María un templo que es centro de peregrinaciones para Italia y otros países, particularmente Albania. Según una antigua tradición, el 25 de abril de 1467 apareció milagrosamente sobre una pared de la iglesia agustiniana que estaba en restauración, un fresco de la Virgen con el Niño en su regazo. Invoqué y vino a mí un espíritu de sabiduría; la aprendí sin malicia, la reparto sin envidia y no me guardo sus riquezas, dice el libro de la Sabiduría (Sb 7, 7b. 13). María, por ser madre de Jesús, puede ser nuestra mejor consejera y guía segura en el camino de nuestra vida cristiana

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