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Religioso y escritor místico español del Siglo de Oro. De origen noble, estudió en Talavera de la Reina y en la Universidad de Salamanca. En 1520 Santo Tomás de Villanueva le incitó a ingresar en la Orden de San Agustín, y allí profesó en 1523. Se ordenó sacerdote en 1527. De niño, sirvió como seise en la Catedral de Toledo. Allí estudió el arte de la música, que después amó con pasión.
Entre 1530 y 1537 fue conventual en Medina del Campo. En 1538, prior de Soria y en 1540 de Medina. Al año siguiente, 1541, le nombraron definidor de la provincia de España. Entre 1542 y 1544 fue prior de Sevilla y entre 1544 y 1548, de Granada, y desde 1545, visitador de Andalucía. En 1542 contó que tuvo un sueño en Sevilla en el cual la Virgen le ordenó que escribiera; ese fue el origen de su obra literaria.
En 1549 se embarcó como misionero hacia México, pero enfermó y tuvo que volver. En 1554, siendo prior del convento de Valladolid, Carlos V le nombró predicador real y pasó a Madrid cuando se trasladó allí la Corte en 1561, al convento de San Felipe el Real. Fundó numerosos conventos. Al morir en 1591 gozaba de fama de gran santidad, y testificaron en su proceso de beatificación Lope de Vega y Francisco de Quevedo, así como importantes nobles. Fue nombrado beato por el papa León XIII el 15 de enero de 1882 y canonizado por Juan Pablo II el 19 de mayo de 2002.
Alonso de Orozco escibió obra latina y castellana. Ya en su época se editó una Recopilación de todas las obras (1554); en el siglo XIX, Obras (1895-1896) y en el XXI la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) ha emprendido la edición de sus Obras completas (2001-).
Su tratado en latín Consideraciones acerca de los nombre de Cristo influyó en los diálogos de fray Luis de León sobre la misma materia, De los nombres de Cristo.
Nació en un lugar llamado Caspueñas, en el Reino de Toledo (España), en el año 1509, de una familia bastante bien acomodada. Su padre se llamó Francisco Gutiérrez y su madre Leonor Gutiérrez. Hasta la Retórica, estudió en la Universidad de Alcalá de Henares y luego pasó a la de Salamanca, donde estudió Artes y Teología. Siempre sobresalió en los estudios, porque, como tenía mucha capacidad y mucha virtud, no se divertía ni perdía el tiempo como tantos otros jóvenes de su edad; estilo de vida que conservó durante toda su vida, y por eso vino a ser tan eminente.
Acabados sus estudios se graduó en Teología y luego fue catedrático de Artes. Tal era su fama que el Duque del Infantado lo eligió para que fuera instructor de sus hijos. Corría el año 1535, cuando el Venerable Fray Francisco de la Cruz, procedente de México, pasó por España para tratar cosas referentes a las «Doctrinas» y reclutar más religiosos para aquellas Misiones; por eso se fue a Salamanca, donde florecían los agustinos, y allí le vino el pensamiento de buscar un buen sujeto en virtud y en letras, que pudiera ser maestro en las misiones de México. Le aconsejaron que, para ese cometido no había otro como el maestro Alonso Gutiérrez. En un primer momento Alonso se resistió alegando que no podía dejar lo que tenía entre manos; pero el Padre Francisco no se desanimó: recorrió a la oración, y al poco tiempo Alonso daba su asentimiento. Aún más, el padre le insinuó que podía tomar el hábito agustiniano, pero quedó combinado que sólo lo tomaría luego de pisar tierra en el Nuevo Mundo. Llegando la flota a Veracruz (México) en el mes de junio de 1536, inmediatamente Alonso recibió el hábito de manos del Venerable, y el novicio, en homenaje a su maestro que se apellidaba Cruz y por el lugar que lo recibía (Veracruz), sustituyó el sobrenombre de Gutiérrez y quiso llamarse Fray Alonso de la Veracruz. Hizo su noviciado en México y salió tan bien formado que, luego que profesó, fue elegido por tres años Maestro de Novicios. El año 1540 se fundó en Tiripetío el Primer Estudio en la Provincia de Nueva España, donde le nombraron como Lector de Artes y Teología. Fue ahí donde, teniendo que viajar al Concilio de Trento el obispo Don Vasco de Quiroga, lo nombró Gobernador del Obispado de Michoacán. Poco tiempo después el Emperador Carlos V quiso nombrarlo como Obispo de León de Nicaragua, pero Alonso no lo aceptó, prefiriendo las ocupaciones religiosas a la responsabilidad del obispado.. En 1543, habiendo quedado vacante el cargo de Provincial, fue elegido como Vicario, lo que se considera su primera elección como Provincial, de cuatro que tuvo,. En 1545 fue nombrado Prior de Tacambaro, donde explicó Artes y Teología. Y en 1548, Superior Provincial, estableciendo la sede en Michoacán, donde fundó varias casas: Valladolid, Yuriria, Cupándaro, Cuitzeo, Charo, Xilitla, Huango, Chacalinitla, Jumiltepec, Tututepec, Atcopan y Ixmiquilpan. Al terminar el Provincialato en 1551 fue fundada la Universidad de México donde le graduaron de Maestro e hicieron Catedrático de Escritura y Teología.
En 1557 fue elegido Provincial por tercera vez. En todos estos tiempos fue amparo de los indios, y defendía que no debían pagar los diezmos a las iglesias catedrales, porque ya los pagaban las iglesias de los religiosos, lo que veían con malos ojos los obispos (sobre todo el Arzobispo Montufar); pero como su autoridad era tan grande no se atrevían a contradecirlo. Más todavía, fundó centros para instruirlos, sostuvo que debían recibir los Sacramentos, que eran dueños de su libertad y de sus bienes y que se les debía tratar humanamente. Por esos motivos fue acusado a Felipe II, quien lo mandó llamar a España, lo que hizo en 1561, una vez terminado el Provincialato. Llegado a España, luego se conoció su ciencia y su virtud, y por eso fue muy considerado por el propio Rey, que atendió a sus ruegos para que los indios no pagasen tributos y los religiosos tuvieran más libertad de los obispos. El propio Presidente del Consejo de Indias lo hizo su confesor y quiso nombrarlo obispo de Michoacán, pero una vez más no aceptó el cargo, como igualmente poco tiempo después no aceptó el obispado de Puebla para el que fue propuesto. Por ese tiempo fue elegido Superior del Convento de Madrid y Visitador de Castilla la Nueva. Cuando supo que la Inquisición había aprehendido a Fray Luis de León, contestó: “Pues a la buena verdad que me pueden quemar también a mí si a él lo queman, porque a la manera que él lo dice lo siento yo”.
Finalmente, después de haber estado en España durante once años (1562-1573), el padre General lo eligió como Vicario General y Visitador de las Provincias de la Nueva España, Perú y Filipinas. Pero no volvió al Nuevo Mundo con las manos vacías, sino cargado con más de sesenta cajones de libros, con los que fundó en Tiripetío la que es considerada la primera Biblioteca en América; y así, al iniciar también el primer Centro de estudios superiores entre las órdenes Religiosas, hizo de Tiripetío la «Atenas de la Nueva España». En 1575 fue elegido por cuarta vez Provincial, cuando fundó la Doctrina y Colegio de San Pablo en México, así como Doctrinas en Zacatecas, Tzirosto y Chucándiro. Al terminar el Provincialato se retiro al Colegio, donde murió santamente en julio de 1584 a la edad de 77 años. Fray Alonso de la Veracruz fue considerado por sus superiores como uno de los más elocuentes oradores de su Orden y muy querido de los Virreyes de México, Antonio de Mendoza y Luis de Velasco, a quien consultaban muchas veces acerca del modo con que debían gobernar a sus súbditos. Escribió varios libros: Recognitio Summularum, Speculum Conjugorium, Dialectica resolutio cum Textu Aristotelis, Summa Privilegiorum y un Curso de Artes, que fue el primer libro de texto publicado por la Universidad Real y Pontificia de México.
Fue un poeta, humanista y religioso agustino español de la Escuela salmantina.
Es uno de los escritores más importantes de la segunda fase del Renacimiento español junto con Francisco de Aldana, Alonso de Ercilla, Fernando de Herrera y San Juan de la Cruz y forma parte de la literatura ascética de la segunda mitad del siglo XVI. Su poesía está inspirada por el deseo del alma de alejarse de todo lo terrenal para poder alcanzar a Dios, identificado con la paz y el conocimiento. Los temas morales y ascéticos dominan toda su obra.
Fray Luis nació en Belmonte en 1527. Su familia se trasladó prontamente a Madrid, y él mismo, cuando cumplió los catorce años, marchó a estudiar a Salamanca, ciudad que constituyó el centro de su vida intelectual como profesor de su universidad. Allí ingresó en la Orden de los Agustinos (Orden de San Agustín), profesando el 29 de enero de 1544. Estudió filosofía con Fray Juan de Guevara y teología con Melchor Cano. La exégesis bíblica se la dirigió Cipriano de la Huerga. Bachiller en Toledo y doctor en Teología por Salamanca.
Empezó su lucha por las cátedras: la de la Biblia, la de Santo Tomás. Estuvo un periodo en la cárcel por traducir la Biblia a la lengua vulgar sin licencia, concretamente, por su célebre versión del Cantar de los cantares. Encarcelado escribió De los nombres de Cristo y varias poesías entre las cuales Canción a Nuestra Señora. Tras la cárcel (del 27 de marzo de 1572 al 7 de diciembre de 1574),fue nombrado profesor de Filosofía Moral y un año más tarde obtuvo la cátedra de la Sagrada Escritura. En la universidad fue profesor de San Juan de la Cruz, que se llamaba por entonces Fray Juan de Santo Matía.
En Salamanca se divulgaron pronto las obras poéticas que el agustino componía como distracción, y atrajeron las alabanzas de sus amigos, los humanistas Francisco Sánchez de las Brozas (el Brocense), y Benito Arias Montano, los poetas Juan de Almeida y Francisco de la Torre, y otros como Juan de Grial, Pedro Chacón o el músico ciego Francisco de Salinas, que formaron la llamada Escuela de Salamanca o salmantina.
Las envidias y rencillas entre órdenes y las denuncias del catedrático de griego León de Castro entre otros profesores, le llevaron a las cárceles de la Inquisición bajo la acusación de preferir el texto hebreo del Antiguo Testamento a la versión latina (la traducción Vulgata de San Jerónimo) adoptada por Trento, lo cual era cierto, y de haber traducido partes de la Biblia, en concreto el Cantar de los Cantares, a la lengua vulgar, cosa expresamente prohibida por el reciente Concilio de Trento y que sólo se permitía en forma de paráfrasis. Por lo primero fueron perseguidos y encarcelados también sus amigos los hebraístas Gaspar de Grajal y Martín Martínez de Cantalapiedra. Aunque era inocente de tales acusaciones, su prolija defensa alargó el proceso, que se demoró cinco largos años, tras los cuales fue finalmente absuelto.
También se afirma que, tras esos cuatro años de cárcel, empezó la primera clase de este modo: Dicebamus hesterna die… (es decir, ‘Decíamos ayer…’), lo cual es incierto, ya que al retomar las clases empezó con una asignatura diferente. Nervioso e insomne, dejó hermosos poemas a la noche estrellada, al efecto de la música en el espíritu y a la curiosidad intelectual, que en él se expresaba especialmente en un particular interés por la astronomía y la naturaleza. Se retiraba con frecuencia a una finca de la orden, a poca distancia de Salamanca, llamada La Frecha (ahora se conoce como «La Flecha»). Murió cuando su orden estaba a punto de hacerle provincial de la misma. Fue enterrado en el convento de los Agustinos de Salamanca y, tras su destrucción por las tropas francesas, trasladado a la Capilla del Edificio Histórico de la Universidad.
Nacido en Heinzendorf, hoy Hynoice, en el norte de Moravia (República Checa), fue bautizado con el nombre de Johann Mendel. Toma el nombre de Gregor al ingresar como fraile en el convento de agustinos de Brno en 1843. En 1847 es ordenado sacerdote.
Describió las leyes que rigen la herencia genética, por medio de los trabajos que llevó a cabo con diferentes variedades de la planta del guisante (Pisum sativum).
Mendel presentó sus trabajos en las reuniones de la Sociedad de Historia Natural de Brünn (Brno), el 8 de febrero y el 8 de marzo de 1865, publicándolos posteriormente como Experimentos sobre híbridos de plantas en 1866 en las actas de la sociedad. Sus resultados fueron ignorados por completo.
En sus trabajos sobre los guisantes denominó «caracteres» a las características fenotípicas (apariencia externa). Usó el nombre de «elemento» para referirse a las entidades hereditarias separadas. Su mérito radica en darse cuenta de que sus experimentos (variedades de guisantes) siempre ocurrían en variantes con proporciones numéricas simples.
Los «elementos» y «caracteres» han recibido posteriormente varios nombres, pero hoy los conocemos de forma universal por el que sugirió en 1909 el biólogo danés Wilhem Ludwig Johannsen: genes. Siendo más exactos, las versiones diferentes de genes responsables de un fenotipo particular, se llaman alelos. Los guisantes verdes y amarillos corresponden a distintos alelos del gen responsable del color.
Cuando Mendel falleció el 6 de enero de 1884 en el convento de Brno se valoraron sus méritos de abad y de pedagogo, pero nadie se dio cuenta del alcance de sus experimentos con los híbridos vegetales que le permitieron formular las leyes de la herencia.
Tuvieron que trascurrir más de treinta años para que sus trabajos fueran reconocidos y entendidos. Hugo de Vries, botánico holandés, junto a Carl Correns y Erich von Tschermak, redescubren las leyes de Mendel por separado en el año 1900.
Nacido como Martin Luder, después cambiado a Martin Luther, como es conocido en alemán (Eisleben, 10 de noviembre de 1483 – † ibídem, 18 de febrero de 1546), fue un teólogo, fraile católico agustino y reformador religioso alemán, en cuyas enseñanzas se inspiró la Reforma Protestante. Inauguró la doctrina teológica y cultural denominada luteranismo e influyó en las demás tradiciones protestantes. Su exhortación para que la Iglesia regresara a las enseñanzas de la Biblia impulsó la transformación del cristianismo y provocó la Contrarreforma, como se conoce a la reacción de la Iglesia Católica Romana frente a la Reforma protestante. Sus contribuciones a la civilización occidental fueron más allá del ámbito religioso, ya que sus traducciones de la Biblia ayudaron a desarrollar una versión estándar de la lengua alemana y se convirtieron en un modelo en el arte de la traducción. Su matrimonio con Catalina Bora el 13 de junio de 1525 inició un movimiento de apoyo al matrimonio sacerdotal dentro de muchas corrientes cristianas.