La beata Elena Valentini, cuya memoria celebramos, nació en Údine (Italia) en 1396 y murió el 23 de abril de 1458. Unida en matrimonio con Antonio Cavalcanti, fue madre de seis hijos. Tras el fallecimiento de su marido y asegurado el porvenir de sus hijos, profesó como agustina secular. Los últimos años de su vida estuvieron unidos al dolor causado por una grave enfermedad. Destacan su espíritu de penitencia, la devoción a la pasión de Jesucristo, el amor a la Eucaristía y la entrega generosa al servicio de los demás. Así como el pecado trajo el reinado de la muerte, así la gracia reinará por la justicia para una vida eterna, afirma el apóstol san Pablo (cf. Rm 5, 21).

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