NUESTRA SEÑORA DE GRACIA
Un puesto especial en la espiritualidad agustiniana lo ocupa la Santísima Virgen María. Santo Tomás de Villanueva llega a decir que la Virgen María "es la primera fundadora de la vida religiosa" (Serm. en la Anunciación I,6). Según los antiguos cronistas de la Orden, la polémica con los Dominicos sobre el hábito blanco alcanzó su punto culminante en el Pontificado de Benedicto XI (1303-1304), que era dominico. Este Papa estaba dispuesto a privarnos definitivamente del hábito blanco; sin embargo, en la noche anterior al día en que sería publicado el decreto, el Papa murió. La Orden atribuye este hecho a la Virgen de Gracia, delante de la cual había solicitado ayuda el Beato Santiago de Cerqueto. En agradecimiento a esta gracia, la Orden se comprometió a recitar las antífonas "Ave Regina Coelorum" y "Benedicta".